Cada paso se sentía como una dolorosa descarga eléctrica. A las 10:30 de la mañana, su jefe le dijo a Jolanda White que se fuera a casa. Para el mediodía, ya estaba en la sala de emergencias del Martin Luther King, Jr. Community Hospital.
Y luego, la amputación.
Jolanda lo recuerda claramente. El Dr. Myron Hall, podólogo del MLKCH, se acercó a su cama para darle la mala noticia: tenía una infección bacteriana en los huesos del pie, agravada por la diabetes de tipo 2 que padecía su familia y que había matado a su madre.
“Oh, no, no quiero esto”, le dijo a su médico. Pero no había otras opciones. Sus niveles de azúcar en sangre estaban fuera de lo normal. Ambos pies estaban en peligro. La infección ya no podía controlarse solo con antibióticos.
“Estaba muy, muy enferma”, recuerda.
Tres cirugías y 13 días después, Jolanda salió del Martin Luther King, Jr. Community Hospital (MLKCH) con un dedo menos y una serie de cicatrices en ambos pies.
Pero también salió con un nuevo equipo de atención: Hall, el médico de atención primaria Juan Cabrales y Alex Rivera, trabajador social del MLK Community Medical Group (MLKCMG). Jolanda dice que ese equipo de atención, junto con un innovador programa piloto que da a los enfermos de diabetes las claves de su propia recuperación, le salvaron la vida.
El programa se llama “Receta para la salud”.