“Busco un futuro más prometedor... espero que haya una luz al final del túnel”, dice Vincente, residente de Compton. Tiene motivos para tener esperanza: después de un largo año en el que murieron dos de sus amigos cercanos a causa de la COVID-19, ahora se ha vacunado en una de las clínicas móviles de MLK Community Healthcare.
El equipo de Salud de la Población de MLKCH, junto con un equipo de voluntarios, enfermeras, y farmacéuticos, ha distribuido tres equipos móviles por el sur de Los Ángeles con clínicas de vacunación por orden de llegada semanales, en función del nivel de necesidad de cada lugar.
“Identificamos en nuestra comunidad las zonas más afectadas”, dice el Dr. Jorge Reyno, Vicepresidente de Salud de la Población de MLKCH. “Hoy estamos en Jordan Downs, y estaremos en Superior Grocers en Watts. Estaremos en el área norte de Hawthorne, en algunas iglesias, ya que esas áreas siguen en riesgo”.
Muchos miembros de la comunidad son trabajadores esenciales que están expuestos diariamente a la amenaza de la infección mientras trabajan. Otros, son personas mayores a quienes les resulta difícil navegar por los sistemas de citas en línea, pero son los que corren mayor riesgo de infección. Las clínicas móviles les han permitido a todos acceder fácilmente a las vacunas en sus vecindarios.
Dice el Dr. Reyno: “Por eso estamos aquí, esencialmente para que la gente se vacune de la forma más fácil y cómoda posible en nuestra comunidad”.